La idea principal de este mural es integrar y representar la diversidad cultural y los distintos estilos de vida de México. Para ello, las personas que manipulan el dragón están ataviadas con pantalones, vestidos, zapatos, chanclas y zapatillas, aludiendo a la riqueza cultural del país.
El diseño de la obra retrata a Quetzalcoatl, el dios mesoamericano emplumado, quien es conducido por diversas personas que encarnan la diversidad cultural de México.
La propuesta persigue emplear colores vibrantes característicos de la cultura mexicana, adaptándose al tamaño y proporción del espacio intervenido.
El mural se centra en ilustrar con orgullo nuestra cultura, personificada en la figura de Quetzalcoatl, usando tonos vivos que caracterizan nuestras tradiciones.
Con esta obra, mi intención es rendir homenaje a la historia y a la identidad cultural de México, en la frontera más importante del mundo: Tijuana.
La elección de la serpiente se hizo para poder extender la imagen indefinidamente a lo largo de la pared a intervenir, lo que me permitirá crear una obra de gran impacto visual.
La técnica empleada fue el acrílico, utilizando brochas, rodillos y pinceles para aplicar la base y los detalles, así como gises y aerosol para crear la cuadrícula y el boceto inicial.
En resumen, “El Quetzal de la Frontera” busca representar la diversidad y riqueza cultural de México a través de una imagen vibrante y colorida, con la intención de honrar la historia y la identidad cultural de nuestro país en esta expresión artística.
El mural se llevó a cabo como parte de la convocatoria SITTios creativos, por parte del Sistema Integral de Tranporte Tijuana (SITT).
